Contra la corriente
De la ilusión a la realidad hay sólo un paso,
tanto pensar nos lleva al fracaso,
por eso es mejor decidir, sin temor,
vivir, y darle paso al amor,
es lo mejor,
sentir
y revivir,
no dejarse arrastrar por lo que hacen los demás,
sobrevivir bajo el resquemor
donde nos conduce la sociedad.
Salir como todos, a llana diversión,
seguirle los pasos a los demás, cuales borregos,
despegándose completamente del amor
llenarnos de un falso ego
que resulta mostrar nuestro exterior,
alejar lo que somos por dentro, por desfilarle a terceros,
pensando que de la casta, somos los primeros
cuando vamos matando poco a poco nuestro interior.
Ahora resulta común ver parejas semejantes,
sólo como novios, como novios, solos
porque amigos no son, ni un instante
sólo cuando están juntos, porque polos son polos…
Son novios, novios son, frente a todos,
pero, aparte, no es más que eso,
matan su queso
en pequeños sorbos.
No se demuestran sentimientos, apenas caminan entrelazados,
viendo para los lados, a ver quién los mira,
circulando en la pasarela, alegrándose por quienes los miran
y, por dentro, vacíos, del amor, despegados.
De la ilusión a la realidad hay sólo un paso,
tanto pensar nos lleva al fracaso,
el amar, según, lleva tiempo bajo el ocaso,
mas, no sirve de nada, porque resultan trastos.
¿Ser amigos para llegar al noviazgo?
¿Sentir algo para atreverse a más?
¿Acaso no es lo mismo, el físico y sus hallazgos?
Y se llenan la boca diciendo que no ven apariencias,
se envenenan a sí mismas, terminan siendo migajas,
ilusionan en balde al inocente; no tienen vergüenza;
no tienen cerebro… son rajas.
No estaré al día, saliendo al cine, a rumbas, la playa, la montaña,
¡es pérdida de tiempo! Resulta lo mismo de siempre, divertirse,
¡para eso me quedo solo, entre mis letras de marañas!
que malinterpretan a su modo, para huir, ¡tremenda cagada!
De la ilusión a la realidad hay sólo un paso,
tanto pensar nos lleva al fracaso.
Excusas inventan, tomando la palabra de éste servidor,
alejándose bruscamente del amor.
Ya escribir me aturde, siempre lo confunden,
por unas frases dichas, una verdad construyo,
pero se lo toman como golpes de pecho, cuando son letras
de un escritor, ¡se dan en la jeta!
Yo vivo, no huyo…
al amor…
No creo en el poco a poco, todo se puede dar en una hora
en la confianza
pero, como nadie va en contra de la corriente
seguiré siendo un repelente
del mismo amor,
y, allá, en el horizonte,
estaré solo,
esperando a mi Mujer Amada
sin preguntas ni respuestas,
sin conocerla, sin saber nada de ella
porque la verdadera querella
no está en un rostro, sino en la parte interna
viendo las estrellas,
no mirando a los ojos,
tampoco llenándote de carnales antojos...
La verdadera querella
siempre, y para siempre
estará en la esencia,
energía que se perdió en épocas plebeyas.
Dedicado a todas aquellas personas que buscan excusas sólo para su beneficio, sin dar la cara… para continuar con su vida aparente.
